“Una pequeña gran semilla”
Procedentes de América central, ya eran conocidas y utilizadas ampliamente por los aztecas. Su nombre, de origen maya, significa “fuerza”. Eran consideradas un tesoro, y como tal, se ofrendaban a la diosa del maíz y la fertilidad. Destacan por su alto contenido en mucílagos, actuando como un gelificante natural y en ácidos grasos omega 3. Un dato muy importante: para poder aprovechar este ácido graso, la semilla debe ser molida o masticada.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.